Erigido sobre la misma roca, son los bolos graníticos que encauzan el arroyo de Brovales los que sustentan el puente de único ojo y doble aliviadero que antaño permitía el paso de transeuntes y carruajes, entre Jerez de los Caballeros y Burguillos del Cerro, desde que fuese erigido, según alguos estudiosos, en plena época de dominación romana.
Jerez de los Caballeros
(Badajoz). Siglo II d.C. (tomando como base las doctrinas de D. Manuel Durán Fuentes, podríamos considerar éste un puente medieval identificado como romano, o sustituto de alguna obra romana anterior);
supuesto y discutible estilo romano, más cercano al medieval rural.
Arriba: mirando el Pontón desde aguas arriba, se puede observar tras él sus otros dos compañeros, viaductos edificados en fechas no lejanas cuya fábrica dista de la clásica que ofrece la obra primogénita, con arco de medio punto constituido por sillares graníticos que destacan frente a la mampostería del resto del monumento, cuya pequeña dimensión y falta de almohadillado, unido a la doble vertiente del diseño, hacen pensar más bien en un origen medieval y no romano, como oficialmente se ofrece.
Abajo: herido en su estructura, dañado y derruido parte del arco, el Pontón queda inservible a su uso original, en peligro de conservación reconocido por Hispania Nostra, sin que por ello haya perdido el edificio en su humildad y menudez un encanto que engarza con el enclave fluvial y la colección berroqueña donde se asienta y con la que se aúna.