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jueves, 29 de octubre de 2020

Imagen del mes: Torreón de Cárdenas, en Puebla del Maestre


Conocido por los lugareños como "el Castillo", el torreón de Puebla del Maestre, oficialmente Torre de Cárdenas, se yergue a las afueras de tal localidad pacense como vestigio de lo que fuese el castillo o casa-fuerte que en este rincón sureño de la Campiña Sur mandase erigir D. Alonso de Cárdenas cuando, en 1.483, fundase en este enclave fortaleza y villa, de la que sería señor por derecho de población, verificado el título en 1.492  por Fernando el Católico como privilegio en agradecimiento a la labor ejercida durante la Guerra de Granada por el apodado como el Maestre, mote  de D. Alonso derivado de su cargo como último maestre de la Orden de Santiago, tomado por la población a partir del siglo XVII como apellido tras haber sido conocida como Puebla de Llerena, Puebla de la Fuente o, también como el castillo y primer señor de la villa, Puebla de Cárdenas.
Puebla del Maestre (Badajoz). Siglo XV; estilo gótico con intervenciones mudéjares.
 

Arriba y abajo: erigido sobre un altozano inscrito en el flanco sureño de la población, el torreón de Puebla del Maestre destaca aún sobre la silueta del caserío pese a haberse visto despojada la obra arquitectónica del resto de paredones y elementos edilicios contiguos con que cumplimentase éste la fortaleza que en el lugar constituyese todo un castillo de supuesta planta cuadrangular, planimetría hermanada quizás con la vista en algunas de las fortificaciones erigidas en varias de entre las diversas localidades que conformaron el Señorío de Feria, ocupando la torre preservada la esquina suroccidental del mismo, convertida, según algunos autores, en torre del homenaje cuya vertiente meridional (arriba), dirigida al exterior del inmueble castrense capitaneando el frente sur de la población, ofreciese una robustez apenas rota, tras el posible tapiado de un presunto ventanal original abierto en la zona occidental superior -vestigio quizás de un almenado primigenio sobre el que posteriormente se prolongase el inmueble, o verificación de la remodelación de la torre una vez derrumbado el tercer cuerpo que al parecer prolongaba inicialmente su altura-, por alguna aspillera de naturaleza latericia (abajo y siguiente), así como un matacán inscrito en el segundo cuerpo de la obra del que restan aún hoy en día tres pétreas ménsulas de sujección (abajo, tercera imagen), verificando el carácter militar del monumento.


Arriba y abajo: prácticamente similar en aspecto el flanco occidental del torreón puebleño a su hermano meridional, muestra éste sin embargo en el segundo cuerpo de los dos que componen la obra torreña (arriba), fabricada en su práctica totalidad fundamentalmente a base de mampostería y cierto sillarejo en sus 25 metros de altitud, un ventanal abierto (abajo) tras superarse la línea de separación entre el cuerpo base, de 12 metros de anchura correspondientes a cada uno de los laterales del cuadrado que conforma el plano del mismo, y el cuerpo superior, de esquinas recortadas o achaflanadas entre murales exteriores (abajo, siguiente), bordeado el vano, al igual que la aspillera inferior a éste así como restantes saeteras del edificio, de un marco latericio cuyo material complementa la fábrica pétrea del monumento, constituyendo las sucesivas líneas ornamentales que discurren horizontalmente a lo largo de toda la atalaya a modo de verdugado, triplicado en el cuerpo inferior, doble en el superior, a los que se sumaría el dispuesto como frontera entre ambos cubos, rehabilitado el remate edilicio del supremo, antes desmochado, tras la última obra de restauración ejecutada sobre el bien pocos años atrás.

Arriba y abajo: si bien algunos autores barajan como fecha de construcción de la primitiva fortaleza de Puebla del Maestre la franja cronológica comprendida entre finales del siglo XIV y comienzos del siglo XV, adquirida, y no edificada, la mole castrense por D. Alonso de Cárdenas en 1.475 a la Orden Militar de la que el mismo fuese último maestre, entre los flancos norteño (arriba) y oriental (abajo), sobreviven partiendo de los puntos de unión de cada uno de estos laterales con el chaflán que recorta la totalidad del ángulo formado entre los mismos, vestigios de los paredones que a modo de muralla unirían la torre con el resto del castillo (abajo, siguiente), supeditados por sendos contrafuertes (abajo, imagen tercera) a modo de refuerzo tanto edilicio como defensivo en este enclave de la obra.


 

Abajo: custodiado por un matacán del que se ha logrado conservar cuatro ménsulas de sujección, perdidas casi la totalidad de éstas en el flanco oriental -desaparecidos los posibles matacanes hermanos dibujados sobre los bordes supremos de los laterales occidental y septentrional-, el chaflán recortado entre los muros de levante y norteño, inscrito primitivamente en el interior del recinto militar, ofrece a cierta altura del nivel del suelo la que pudo ser portada de entrada original al superviviente torreón (abajo), conservados los quicios pétreos que bajo el dintel latericio de acceso sirviese al engranaje de las puertas de cierre de la misma, tapiada en la base del muro de naciente la abertura que, tras el abandono y demolición de la fortaleza, permitiera la subida a la atalaya preservada, tal y como pudo llevar a cabo D. José Ramón Mélida a comienzos del siglo pasado, verificando la división del interior torreño en tres niveles, espacioso el inferior a fin de poder ser presuntamente utilizado como mazmorra o almacén, abovedado el segundo, con acceso mediante escalera de caracol a la techumbre y terraza de coronamiento, abiertos a la zona central los vanos atisbados desde el exterior de la obra, así en el flanco occidental como en el muro del Este (abajo, siguiente), o en la propia ochava nororiental (abajo, tercera imagen), conservados en todos ellos los quicios, bordeada esta última de una serie de alfices latericios en abocinamiento del ventanal, muestra y verificación de la intervención de mano mudéjar en el monumento.

 

lunes, 26 de octubre de 2020

Colaboraciones de Extremadura, caminos de cultura: El cementerio judío de El Berrocal, de El lince con botas 3.0, ya en la web de Canal Extremadura

 

Emitido en estreno en la noche transcurrida entre el 23 y el 24 de octubre, el episodio El cementerio judío de El Berrocal, perteneciente al espacio divulgativo El lince con botas 3.0, puede ya volver a disfrutarse a través de la red, publicado dentro de la web de Canal Extremadura. Desde Extremadura: caminos de cultura, agradecidos y honrados por haber podido colaborar en la elaboración de mencionado reportaje, ofrecemos bajo estas líneas a los visitantes y seguidores el correspondiente enlace a mencionado vídeo, deseando sea de vuestro agrado y gusto, convirtiéndose a la par en una práctica herramienta para el conocimiento del pasado judío de la ciudad de Plasencia en particular, y del de nuestra región y país en general. Toda una oportunidad para poder saber más sobre este capítulo de nuestra historia, sirviendo igualmente como medio ilustrativo sobre un enclave tan desconocido como olvidado, de un valor histórico sin embargo inigualable tanto a nivel local y regional, como nacional: el cementerio judío de El Berrocal. Único camposanto sefardí conservado en Extremadura, y uno de los escasos ejemplares así conocidos como preservados dentro de la Península Ibérica, la necrópolis hebrea de Plasencia no sólo nos habla del pasado judío de la ciudad del Jerte, sino también del paso de los judíos por estas tierras. Un episodio que, en sus luces y en sus sombras, serviría para forjar la identidad de nuestro pueblo. Sus vestigios arqueológicos deberían servir tanto para honrarlo y recordarlo, como para recapacitar sobre el devenir de una época y las consecuencias que las decisiones de entonces tuvieron para aquel presente y posterior futuro, extrapolándolas a nuestro propio día a día. Esperemos que este nuevo trabajo de Libre Producciones pueda servir a ello.

https://www.canalextremadura.es/index.php/video/el-lince-30-el-cementerio-judio-de-el-berrocal-231020 

https://vimeo.com/472136450

 

miércoles, 21 de octubre de 2020

Colaboraciones de Extremadura, caminos de cultura: El cementerio judío de El Berrocal, en El lince con botas 3.0, de Canal Extremadura

 No queda ninguna señal de dolor en el día cálido y brillante, como tampoco en las mañanas ocres del otoño. Un camposanto sin paredes, una rara selva de tumbas en piedra, un cementerio que nadie o muy pocos visitan, en un paraje cercano a la ciudad de Plasencia.

Si la fe mueve montañas, también el rencor hacia el diferente puede hacerlo. Muchos de entre los primeros colonos de la ciudad medieval reposaban aquí, hasta que su creencia cayó en desgracia y con ella llegó el principio del fin de la que fuera una de las principales aljamas al extremo del Duero.
Postergado por la ciudad contemporánea pese a estar ya prácticamente integrado en el casco urbano, el camposanto de la aljama placentina carece ahora del mínimo decoro. Para quienes dejaron aquí a sus seres queridos y tuvieran la oportunidad de reconocerlo, quizás se pareciera demasiado a la imagen de la desesperación. Una corriente de tiempo y delirios lo ha traído hasta el siglo XXI en un estado en el que es complicado expresar cualquier sentimiento delicado. 
 

El próximo viernes, 23 de octubre, a las puertas del sábado 24, se emitirá a las 00.00 horas en Canal Extremadura TV un nuevo episodio de la serie El lince con botas 3.0, de Libre Producciones. El tema sobre el que versará en esta ocasión este espacio dedicado a la divulgación de la cultura extremeña será el cementerio judío de El Berrocal de Plasencia. Programa para cuya realización se quiso contar nuevamente con la colaboración de Extremadura: caminos de cultura. Y este blog, una vez más, aceptaría enormemente agradecido y honrado esta llamada, en pro del conocimiento y puesta en valor de un enclave de sumo interés histórico y arqueológico tanto de la capital del Jerte como de nuestra comunidad, que permite situar Plasencia, apoyado a la par por los vestigios de sus juderías, en la cabecera del panorama patrimonial de la antigua Sefarad. Un rincón, sin embargo, apenas conocido y ampliamente olvidado, para cuya promoción este blog publicó tiempo atrás, en mayo de 2.018, un álbum fotográfico comentado:

http://caminosdecultura.blogspot.com/2018/05/cementerio-judio-y-juderias-de.html

Deseando que el reportaje sea del agrado tanto de los televidentes como de los seguidores del blog, y sin dejar de agradecer a Libre Producciones el haber querido contar con este espacio en la red a fin de elaborar este trabajo sobre esta joya patrimonial extremeña, esperamos fundamentalmente que el documental sirva para la publicidad del mismo, antes de que el ostracismo en el que se encuentra consiga la total extinción del lugar, y con él de parte de nuestro pasado, de nuestra memoria, y de nuestra identidad colectiva.


Ya no dirigen a ti sus pasos.
No acuden a ti almas plañideras.
El viento de los tiempos tus postreras
carnes evaporó del pasado,
siendo tu osario olvidado
por ignominia placentera.
No aquélla con que marcaron
de tus huéspedes la memoria.
Sino aquesta vanagloria
elevada sobre quienes auparon
la sólida erección de su entramado,
el prólogo inicial de toda crónica.

Sólo el río, besando tus raíces,
sabedor de tu historia maculada,
elevará con un suave rugir de aguas
salves en su partir a tus inscritos
nichos, aguardando lo incierto,
entre aquéllos de tus últimos berruecos,
de capítulos, pétreos soldados,
narrados a quien bien desee escucharlos.