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domingo, 28 de julio de 2013

Ermita de San Jorge, en las cercanías de Cáceres: cómo llegar



Tras publicar dos entradas dedicadas a la cacereña Ermita de El Salvador, más conocida popularmente como Ermita de San Jorge, centrándonos no sólo en su peculiar arquitectura sino haciendo hincapié en el rico conjunto iconográfico que la decora en su interior, compuesto por una serie de pinturas al fresco de temática religiosa y ejecutadas por el pintor local Juan de Ribera, en el siglo XVI,  son muchos los visitantes y seguidores del blog que, buscando información sobre este curioso y excepcional monumento, han solicitado mayor información en cuanto al modo de poder acceder al mismo. Enamorado personal de este bien, no he querido fallar a los lectores, ni a los amantes del rico patrimonio histórico-artístico extremeño, decidiendo publicar una entrada extra sobre este templo que permita, a todos aquellos interesados en el mismo, disponer de información detallada, acompañada de un surtido apropiado de imágenes, para que sus anhelos de visita a la ermita se puedan ver cumplidos, cumpliendo además así, de manera personal, con la publicidad de este bien inmueble, inmerecidamente abandonado y desprotegido.



Arriba: la carretera regional EX-100, que une las ciudades de Cáceres y Badajoz, es la vía que tendremos que tomar para acercarnos al acceso que nos permite dirigirnos a la Ermita de San Jorge, distanciada por 12 kilómetros de la capital provincial.


La Ermita de San Jorge se ubica a unos 12 kilómetros al sur de la capital cacereña, erigida junto a la Torre de los Mogollones, en la Dehesa homónima, en terrenos que pertenecen al extenso término municipal de esta ciudad. Esta atalaya medieval, antes conocida como Castillo de las Seguras de Abajo, se alza frente al Castillo de las Seguras, separado de éste por el actual trazado de la carretera regional EX-100, vía que une las dos capitales provinciales extremeñas, siguiendo en gran parte el trazado del Camino Natural Cáceres-Badajoz. Si partimos desde Cáceres hacia Badajoz, tomando mencionada vía, alcanzaremos el Castillo de las Seguras en el kilómetro 10. Avanzando un poco más por la calzada, y tras dejar atrás los caseríos señoriales de las Seguras, pronto veremos la Torre de los Mogollones hirguiéndose a nuestra derecha, sobre los sureños Llanos de Cáceres, antes de alcanzar la vega del río Ayuela o las estribaciones de la Sierra de San Pedro.



Arriba: vista del cruce que, una vez en la carretera EX-100 y superado el kilómetro 12, permite el desvío hacia el nuevo Ecoparque o planta de tratamiento de residuos sólidos de Cáceres, enclave del que parte también la ruta que nos acerca a la Ermita de San Jorge.


 Una vez superado el kilómetro 12 parte desde la Carretera Cáceres-Badajoz un pequeño ramal, recientemente remodelado, que nos conduce, además de a ciertas fincas privadas, al denominado Ecoparque de Cáceres, planta de tratamiento de residuos sólidos. Es en este cruce donde nos aguarda el comienzo del camino que nos lleva a la Ermita de San Jorge, debiendo estacionar el vehículo, en caso de haber hecho uso del mismo, en el lugar lo más cercano posible. Por desgracia no existen apenas cunetas lo suficientemente anchas en esta zona como para poder aparcar el coche, y aquéllas que sí lo son cuentan con desniveles pronunciados que nos impiden poder dejar el vehículo estacionado en las mismas. Una solución en aparcarlo en cualquiera de las dos primeras entradas a fincas privadas con que nos vamos topar una vez en la nueva calzada o ramal, a pocos metros del cruce. Una de ellas, a la izquierda, da acceso a los terrenos de la Sociedad Galguera de Valdesalor. La otra, enfrente de la anterior y a mano derecha, es el acceso original que nos conduce hasta la Torre de los Mogollones, y por ende hasta la Ermita de San Jorge. La remodelación de esta carretera secundaria ha permitido el arreglo del acceso a estas haciendas, siendo posible estacionar el vehículo sobre llano, sin caer en el desnivel de la cuneta. No hay que olvidar, de todos modos, hacerlo de manera que no impidamos la entrada o salida de vehículos a estas parcelas.



Arriba y abajo: las posibilidades de estacionar el vehículo en las cercanías del cruce del Ecoparque son escasas, pudiéndolo aparcar en cualquiera de las dos entradas a las primeras fincas con que nos vamos a topar una vez desviados de la carretera regional, siendo el acceso izquierdo el que da paso a los terrenos de la Sociedad Galguera de Valdesalor (imagen inferior), y el derecho el acceso original que conduce a la Dehesa de los Mogollones (imagen superior).




 Una vez estacionado debidamente el vehículo, volveremos nuestros pasos nuevamente hacia el cruce ya mencionado para comenzar a pie, o en bicicleta, la ruta que nos lleva al monumento. Un cartel recientemente instalado nos informa sobre el Camino Natural Cáceres-Badajoz, así como sobre su ramal hacia Malpartida de Cáceres, ruta que comienza en este punto y que será la que nosotros seguiremos para alcanzar la ermita. Dos verjas anuncian la partida del camino, de fácil apertura. No olvidemos, una vez superadas las mismas, volver a cerrarlas para impedir la escapada del ganado suelto que pudiera estar pastando por estos terrenos. Si bien el camino corresponde a una vía pecuaria, y por tanto contamos con el derecho de servidumbre sobre la misma, hay que tener siempre presente que el bien que vamos a atravesar es un terreno privado, por lo que el respeto hacia el mismo, así como hacia la naturaleza y especialmente el ganado que allí se guarda, debe ser pleno.



Arriba: a la altura del cruce del Ecoparque encontraremos al comienzo del corredor natural que parte desde el Camino Natural Cáceres-Badajoz hasta Malpartida de Cáceres, ruta que debemos tomar para alcanzar la Ermita de San Jorge tras atravesar las dos verjas que aquí nos aguardan.




Arriba y abajo: a pesar de introducirnos en terrenos privados, el camino natural que nos acerca a Malpartida de Cáceres está doblemente protegido en su uso público, marcado no sólo con los pivotes y carteles de la red de Caminos Naturales (imagen superior), sino además con los mojones que delimitan la Red Nacional de Vías Pecuarias (imagen inferior).




 Desde este punto de partida hasta alcanzar el monumento transcurrirán entre 20 y 30 minutos de marcha, según la velocidad con que queramos realizar la misma. El trayecto del camino está no sólo marcado en tierra por el paso de caminantes y vehículos, sino que cuenta además con señalización extra, bien a través de los mojones que delimitan la vía pecuaria, o a través de los pivotes y carteles que marcan el ramal hacia Malpartida de Cáceres del Camino Natural Cáceres-Badajoz. Justo entre ambos tipos de señalizaciones, a no muchos metros de la entrada que hemos tomado como acceso a la finca, nos toparemos con el camino que nace en la entrada original de la hacienda, ya mencionada anteriormente y a cuya altura habremos podido estacionar el vehículo. Ambos ramales parten ahora como uno único, dirigido hacia el noroeste y la Torre de los Mogollones.


Arriba y abajo: una vez comenzada la ruta, sólo serán dos los cruces con que nos vamos a topar en la misma hasta nuestra llegada a la Torre de los Mogollones, correspondiendo el primero a la unión del camino natural con el acceso original a la finca (imagen superior), y tomando el desvío derecho y la orientación noroeste en el segundo (imagen inferior).



Siguiendo siempre la misma ruta y dirección, sólo en una ocasión el trazado se vifurcará en dos, permaneciendo en todo momento orientados hacia el noroeste, tomando para ello el camino abierto a nuestra derecha. De esta manera, poco tiempo después, aparecerá la Torre de los Mogollones sobre nuestro horizonte, cada vez más cercana a nosotros según nos vayamos adentrando en la finca. Un segundo vallado nos espera en el camino. A diferencia del primero, éste se encuentra habitualmente abierto. Un cartel de la Red de Caminos Naturales marca los 9 kilómetros que nos separan de Malpartida de Cáceres. La Torre de los Mogollones, ya muy cercana a nosotros, se perfila con más claridad, mientras que la Ermita de San Jorge, pocos pasos después, comenzará a asomarse ante nuestra mirada.



Arriba:  orientándonos siempre hacia el noroeste, a mitad de camino la silueta de la Torre de los Mogollones se hará presente, convirtiéndose desde ese momento en foco anunciador de la cercana presencia de la Ermita de San Jorge, y faro guía de nuestros pasos hacia la misma.



Arriba y abajo: en unos terrenos cada vez más desprovistos de árboles, una segunda cancela aparecerá ante nosotros (imagen superior), actualmente abierta de manera permanente al paso tras la cual, con la Torre de los Mogollones frente a nosotros, surgirá por primera vez ante nuestra mirada la figura de la Ermita de San Jorge, apenas alzándose desde sus terrenos en nuestro horizonte (imagen inferior).



 Si bien la Torre de los Mogollones sirve en todo momento como faro anunciador de la presencia cercana del templo abandonado, nuestros pasos se han de dirigir hacia la mismo, pues es junto a esta medieval atalaya donde se ubica la abertura en el muro que cierra los terrenos donde se asienta el bien que deseamos visitar, y que permite el acceso al interior de la parcela. Actualmente, abandonado el torreón así como la explotación ganadera que albergaba hasta poco tiempo atrás, esta abertura en la pared de separación se mantiene abierta de manera constante. He de señalar que no era así cuando acudí por primera vez a la Ermita de San Jorge. En aquel momento tuve que saltar el muro ayudándome para ello de dos abrevaderos que existen en este mismo enclave, uno a cada lado de la pequeña tapia respectivamente. Estos mismos abrevaderos continúan apostados en tal lugar, pudiendo seguir haciendo uso de ellos en caso de estar el paso cerrado. La Ermita de San Jorge, semioculta por el pasto y hundida en el terreno, nos aguarda a pocos metros de allí. Nuestra ruta ha finalizado.



Arriba y abajo: rodeada la parcela donde se circunscribe el templo por un bajo muro de mampostería que parte del torreón medieval, la abertura en la pared que nos permita el acceso al interior de estos terrenos se ubica junto a dicha atalaya (imagen superior), debiendo dirigir nuestros pasos hacia la misma y vislumbrando entonces, desde la amplia brecha de la cerca, la figura de la abandonada ermita (imagen inferior).




Arriba y abajo: vista de la Ermita de San Jorge una vez superada la abertura de su cerca junto a la Torre de los Mogollones (imagen superior), y vista del torreón desde el interior del abandonado templo (imagen inferior), monumentos ambos que enriquecen con la historia y el arte que guardan en sí los alrededores de la ciudad cacereña, así como el vasto listado del patrimonio cultural de nuestra región.




Aprovechando la nueva visita que días atrás realicé al monumento, tomé no sólo imágenes del camino y ruta hacia la misma, sino además nuevas fotos de sus detalles arquitectónicos y pinturas, así como vídeos del inmueble que hoy quiero compartir con vosotros. Espero que los mismos sean de vuestro agrado, pero sobre todo deseo que sirvan, además de para daros a conocer este extraordinario bien, para avivar vuestros deseos de visitar en persona el mismo, y así poder disfrutar, saborear y aprender aún más de nuestro rico patromonio histórico-artístico extremeño.

Si deseáis saber más sobre este monumento, podéis igualmente visitar las tres entradas escritas y publicadas en este blog sobre el mismo, cuyos enlaces son los que aparecen a continuación:


 





5 comentarios:

  1. Hola Samuel. Quiero llevar a mi padre, que supera ya los 80, a visitar la ermita. He medido la distancia y supera los 2 km, y otros tantos de vuelta. ¿Recuerdas si la vía pecuaria es transitable en coche? Gracias de antemano

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    1. ¡Hola Alejandro! Perdona por la tardanza en responderte. Muchísimas gracias por tu visita y comentario. Efectivamente la vía sí es transitable en coche. Inclusive, la cancela que da paso a la finca desde la carretera que se desvía al Ecoparque suele estar habitualmente sin candado, por lo que puedes entrar con el coche (no olvides cerrar la verja tras de ti), y dirigirte con el vehículo hasta la misma Torre de los Mogollones. Una vez allí, son muy pocos los metros hasta la ermita. Espero haberte servido de ayuda, pero sobre todo que podáis finalmente ir, y que a tu padre le encante la visita. Ya nos contarás. Un cordial saludo.

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  2. Buenos dias. Soy Jorge Mogollones, nasido en Chile, Hijo de Humberto Mogollones. Hoy recido en Canada y estoy casado con Esther Caceres, Hija de Gaston Caceres, tambien nasida en Chile. En 2014 visitamos Caceres con el fin de conocer la ciudad de Caceres y de visitar el Torreon de los Mogollones, cuestion de conocer nuestros origenes. Desgraciadamente no pudimos encontrar el buen camino para llegar à las puertas del Torreon, aun con la ayuda de un chofer de taxi de la ciudad de Caceres. Estuvimos à algunos cien métros del majestuoso Torreon de nuestros antepasados. Pensamos volver pronto y quisieramos ahora conocer el camino para visitarlo. Aqui os dejo nuetro correo: hydrolien@gmail.com.
    Gracias por vuestra informacion.

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  3. Hola Samuel!. En Mayo 2014 visitamos el lugar con mi esposa.
    Somos Jorge Mogollones y Esther Caceres, habitamos Québec, Canada, pero nacimos en Chile.
    Visitamos la ciudad de Caceres y su Ciudad Monumental y al mismo tiempo quisimos visitar el Torreón de los Mogollones, mas no encontramos el buen camino, solo nos acercamos a un centenar de metros sin poder avanzar mas en el taxi.
    Prometimos volver y quisiéramos tener mas información sobre como llegar, para poder tocar este monumento histórico y acercarnos a nuestros antepasados.
    Aqui os dejo nuestro correo: hydrolien@gmail.com.
    Gracias por vuestra disponibilidad.

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    1. Estimado Jorge: es un placer conoceros y un honor que hayáis querido contar con el blog para saber más de este monumento con el que tenéis vinculación familiar. Siguiendo las pautas que dejo en esta entrada, creo que no habría problema en llegar tanto andando como en vehículo a la Torre de los Mogollones. De todo modos, si queréis avisadme cuando sepáis cuándo vais a venir de nuevo a España, o estéis de nuevo en Cáceres, e intentaría ayudaros o incluso acompañaros personalmente. Un saludo.

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