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miércoles, 24 de octubre de 2018

"El misterio del catedrático de Historia Antigua"


"El misterio del catedrático de Historia Antigua" ya vio la luz. El pasado sábado, día 20 de octubre, tuvo lugar a las 19.00 horas la presentación de la obra en el Centro de Interpretación "Sierra de Santa Cruz", ubicado en la Plaza de España de la localidad de Santa Cruz de la Sierra (Cáceres). Dirigida por Miguel Urbina, autor del blog Rutas por Extremadura, y recibidos por la alcadesa del municipio, Dña. María Belén Corredera Miura, los presentes pudieron conocer un poco más sobre el monumento santacruceño más significativo, el Convento agustino o de San Joaquín, así como la realidad del rico patrimonio histórico-artístico extremeño olvidado, todo antes de la propia exposición del libro en sí, llevada a cabo por su autor: Jesús López Gómez.

Dirigida la fabulosa muestra sobre el patrimonio olvidado por mi colega bloguero y amigo personal Rubén Núñez, autor del blog Cáceres al detalle, sería encargado a Extremadura: caminos de cultura el acercamiento al público de la historia y edificio de lo que fuese el, hoy en día arruinado, convento agustino de Santa Cruz, sobre el cual ya se hablaría tiempo atrás a través del mismo blog en una entrada publicada en 2.011. Ambos temas serán abordados por mi también amigo personal y colega bloguero Jesús en su nueva publicación, una novela donde la arqueología, el patrimonio cultural, el crimen y el misterio se dan cita y de la que sólo os adelantaremos la que consideramos excelente dedicatoria.


Desde este espacio en la red, agradeciendo una vez más a Jesús el haber querido contar con Extremadura: caminos de cultura para la presentación de su segunda obra, le remitimos al autor nuestra más sincera enhorabuena y los mejores deseos para con la misma, esperando que sea el segundo título de una larga lista de trabajos publicados por este andaluz que ha hecho de Extremadura su hogar.


Significativamente, y a pesar de que la lluvia impidió finalizar la jornada con una visita cultural por el casco urbano de Santa Cruz de la Sierra, dirigidos por el investigador Agustín Melchor Terrón, se dio casualmente la ocasión de poder disfrutar de algunos elementos muebles vinculados con la historia y el patrimonio de lo que fuese el Convento agustino de San Joaquín. Así, en el propio Centro de Interpretación donde tuvo lugar la presentación se encuentra depositado el brocal del conocido como "pozo milagroso", tiempo atrás enclavado en el crucero de la iglesia conventual hasta que, a raíz de un intento de robo del mismo, fuese donado al municipio. Igualmente y a pesar de suspenderse el paseo cultural, pudo llevarse a cabo una visita a la Parroquia de la Vera Cruz, sita también en la santacruceña Plaza de España, en cuyo interior se albergan, desde que los agustinos convento e iglesia adyacente fuesen desamortizados en el siglo XIX, una serie de bienes inventariados antaño en mencionado templo, destacando entre ellos la escultura granítica de San Joaquín, que un día saludó a los creyentes que se acercaban a la capilla monacal desde la hornacina que ocupaba en la fachada principal del monumento. Un retablo pétreo, hogar de una imagen de San José, muestra labrado en un ornamental medallón superior el corazón asaeteado y ardiente, emblema de la orden agustina, que permite poder vincular este bien con la congregación que un día se asentó en el municipio. El Cristo del Perdón, hoy permutado por una imagen de nueva talla debido al mal estado de conservación del original, la Virgen de la Consolación o a la Inmaculada Concepción, se suman a la lista de bienes rescatados, entre los que sobresale por la devoción popular que alcanza la efigie de Santa Rita, patrona del lugar celebrada cada 22 de mayo.







1 comentario:

  1. Estupenda la crónica de la presentación del pasado sábado, en la cual tuve la suerte de estar acompañado con excelentes amigos, tanto entre el público como entre los que me ayudasteis en la presentación. Estupenda también tu intervención y las de Rubén Nuñez, Miguel Urbina y Agustín Melchor.

    Buenos amigos, cultura, buen clima... ¿Qué más se puede pedir? Gracias, Samuel.

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