El pasado mes de abril os presentaba, a raíz de la publicación de una ruta audiovisual por los conjuntos histórico-artísticos de la provincia de Badajoz elaborada por el Proyecto Extrema Dorii, una colección de mosaicos fotográficos dedicados a las doce localidades pacenses que cuentan con tal declaración patrimonial: Alburquerque, Azuaga, Burguillos del Cerro, Feria, Fregenal de la Sierra, Fuente del Maestre, Jerez de los Caballeros, Llerena, Magacela, Mérida, Olivenza y Zafra.
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Aprovechando la inmediatez del Día de Extremadura, hemos querido desde este blog cumplimentar aquella exposición, dedicándole una entrada a los conjuntos histórico-artísticos de la provincia cacereña, a fin de poder disfrutar de la totalidad de localidades extremeñas que disfrutan de tal reconocimiento, paseando así por la práctica totalidad de nuestra geografía, disfrutando de nuestra historia, nuestra etnografía y nuestro arte. En el caso de la Alta Extremadura, son dieciocho los enclaves declarados como conjunto histórico-artístico, cuyo listado se iniciaría en 1.943 a raíz de la declaración como monumento histórico-artístico de la Puebla de Guadalupe, siendo curiosamente el santuario guadalupense el primer inmueble extremeño en recibir la por entonces declaración de monumento nacional, corriendo el año de 1.879. Poco después, en 1.949, sería reconocido el conjunto histórico-artístico de Cáceres, conociendo seis de sus principales monumentos la declaración de los mismos, a modo individual, como monumentos nacionales, otorgadas entre 1.930 y 1.931.
Tras Cáceres, vendrían Plasencia y Trujillo en 1.958 y 1.962 respectivamente, siendo reconocido Cuacos de Yuste como Paraje pintoresco en 1.959, tras llevar varias décadas disfrutando el monasterio de Yuste como monumento nacional, desde que fuese reconocido como tal en 1.931. En 1.969 le llegaría el turno al conjunto histórico de Hervás, bajo la denominación de Barrio Judío, siendo un año después declarada la localidad de Valverde de la Vera, con otra localidad verata, la de Garganta la Olla, prosiguiéndola en el listado desde 1.978. Inaugurada con esta declaración la relación de aportaciones que engrosarían el listado ya en la actual democracia, serían puestos en valor el casco urbano del abandonado pueblo de Granadilla en 1.980, así como el conjunto de Villanueva de la Vera, en 1.982. Conseguida la autonomía extemeña, el número de declaraciones otorgadas hasta entonces prácticamente se duplicaría, con Galisteo, Coria, Robledillo de Gata y Gata declarados en 1.991, 1.993, 1.994 y 1.995 respectivamente, terminando el siglo XX con el reconocimiento del Barrio Gótico de Valencia de Alcántara como conjunto histórico en 1.997, sumándose las declaraciones en 1.998 de Cabezuela del Valle y Pasarón de la Vera.
Curiosamente, a la prodigalidad declarativa de los años 90 le sucedería una única declaración en lo que llevamos del siglo XXI, otorgada a la villa de Brozas en 2.016. Ciertamente polémicos, o como poco llamativos, han sido los casos de Alcántara y Vegaviana, con el advenimiento por dos ocasiones de la caducidad sobre los incoados expedientes de protección redactados en pro de sendos municipios. Para Alcántara, se incoaría un primer expediente por orden de 21 de abril de 1.998, caducado por resolución de 23 de diciembre de 2.014. Un segundo intento, esta vez con la idea de declarar la localidad alcantarina como Sitio histórico, se iniciaría por resolución de 26 de enero de 2.015, conociendo igual archivo por resolución de 4 de diciembre de 2.020. La oposición de su ayuntamiento, en ambos momentos, sería al parecer el motivo que impidiera a Alcántara disfrutar de tal condecoración, mientras que la oposición vecinal conllevaría el imposibilitar de otorgación a Vegaviana, cuyos expedientes, incoados mediante resoluciones de 29 de junio de 2.009 y 9 de octubre de 2.014, serían declarados caducados el 6 de junio de 2.011 y el 10 de octubre de 2.018, respectivamente. A la espera quedan aún los expedientes incoados a favor de San Martín de Trevejo (resolución de 12 de marzo de 1.991), Hoyos (resolución de 30 de junio de 2.004), o de la aldea de Trevejo, dependiente de Villamiel (Orden de 15 de abril de 1.994), cuya iglesia y espadaña sí conocen la declaración como bien de interés cultural desde el 27 de septiembre de 1.982. Su final aprobación permitiría disfrutar a la provincia de Cáceres de un total de 21 poblaciones declaradas conjunto histórico-artístico que, sumadas a la docena de localidades pacenses que poseen tal reconocimiento, superarían la treintena de municipios que hoy disponen de tal condecoración, demostrando la riqueza patrimonial de nuestra región, mientras ésta espera, pacientemente, ser descubierta en cada uno de sus rincones.
Conjuntos histórico-artísticos de la provincia de Cáceres:
Brozas: decreto 148/2016, de 13 de septiembre.
Cabezuela del Valle: decreto 55/1998, de 21 de abril.
Cáceres: decreto de 21 de enero de 1.949.
Coria: decreto 72/1993, de 20 de mayo.
Cuacos de Yuste: decreto 300/1959, de 26 de febrero.
Galisteo: decreto 99/1991, de 3 de septiembre.
Garganta la Olla: decreto 542/1978, de 10 de febrero.
Gata: decreto 28/1995, de 21 de marzo.
Granadilla: decreto 2428/1980, de 26 de septiembre.
Guadalupe: decreto de 27 de septiembre de 1.943.
Hervás: decreto 308/1969, de 13 de febrero.
Pasarón de la Vera: decreto 98/1998, de 21 de julio.
Plasencia: decreto de 20 de junio de 1.958.
Robledillo de Gata: decreto 39/1994, de 7 de marzo.
Trujillo: decreto 2223/1962, de 5 de septiembre.
Valencia de Alcántara: decreto 38/1997, de 18 de marzo.
Valverde de la Vera: decreto 3838/1970, de 31 de diciembre.
Villanueva de la Vera: decreto 3941/1982, de 15 de diciembre.
- Con expedientes incoados (no declarados):
Hoyos: resolución de 30 de junio de 2.004.
San Martín de Trevejo: resolución de 12 de marzo de 1.991.
Trevejo (Villamiel): resolución de 15 de abril de 1.994.