Arriba: escultura en terracota de la Virgen de Guadalupe que, bajo pétrea venera, se aloja en una hornacina sobre la puerta de entrada a la conocida como Ermita del Vaquero, sita en la popular calle de Caleros de Cáceres, levantada ésta en el siglo XVII en el solar donde, según la tradición, estuvo la casa del vaquero Gil Santa María de Albornoz, o Gil Cordero, supuesto descubridor de la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe.
" La Virgen de Guadalupe
es morena y muy bonita,
por eso a las extremeñas
nos gusta ser morenitas"
Con estas sencillas palabras describe el pueblo pacense de Villanueva del Fresno, a través de su Fandango Extremeño, la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe mostrando, a la par, la devoción popular que sobre esta advocación mariana guardan los extremeños a lo largo y ancho de nuestra región. Pequeña, morena, bonita...: una humilde escultura románica tallada en madera de cedro, perteneciente al grupo de las denominadas "vírgenes negras" de la Europa medieval occidental, a la que algunos atribuyen un origen remoto y existencia cargada de milagros por doquier en los que gran parte del pueblo ha creído y sigue creyendo, mientras que otros se mantienen más escépticos ante los mismos. Pero, si hay un logro alcanzado por esta imagen mariana sobre el que que no cabe dudar, ése es sin duda el haber mantenido aunadas en su fe desde siglos atrás a dos provincias que, siendo ambas extremeñas y considerándose todos sus moradores como tal, no siempre sus pueblos han visto en los vecinos contiguos hermanos de identidad y de cultura.
La Virgen de Guadalupe ha logrado mantener unidos a cacereños y pacenses alzándose como patrona de ambos y a la vez de todos. Patrona de una única región, y por ende de un único pueblo que, por este motivo, recibió con gozo la declaración de la misma como Patrona de Extremadura en 1.907. Es así por lo que, desde la proclamación de Extremadura como Comunidad Autónoma dentro del mosaico de regiones que conforman España, los extremeños han querido celebrar su día conjunto con el de su patrona, aquélla que los ha sabido mantener unidos y lograr que en todos los pueblos de la región naciese un brote de identidad común.
Hoy en día, unidos no sólo en la fe a Nuestra Señora de Guadalupe, sino también en el marco de la política, de la sociedad, de la identidad, de la cultura, y sobre todo del deseo de vivir conjuntamente el presente y mirar de la mano hacia un futuro de avance, progreso y consolidación, los extremeños celebramos nuestro Día de Extremadura no siendo dos pueblos, sino uno sólo.
Desde Extremadura: caminos de cultura, os deseo a todos los nacidos en esta región, a los que han convertido estas tierras en su hogar y a todos aquéllos que gustan de visitar la misma, un feliz Día de Nuestra Señora de Guadalupe. Feliz Día de Extremadura.
Arriba: panel de azulejos talaveranos que decora una de las bancadas ubicadas en el céntrico Parque de San Francisco, sito en la capital pacense, dedicado a la Virgen de Guadalupe y a su relación con el descubrimiento y conquista de América, hecho por el que la misma quedará unida perennemente a la historia no sólo de nuestra región, sino también a la de España y el resto de Hispanoamérica.
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