VILLANCICO PROFANO
¡Ea!
Mi niño, ¡ea!
Entre cenizas del tiempo
renace un niño de cera.
Los vientos querrán moldearle.
Tormentas le harán su mella.
Y al año de haber vivido,
entregará su candela.
¡Ea!
Mi niño, ¡ea!
¡No llores, mi niño en ciernes!,
que tras el frío que hiela
verás abrirse en tus dedos
la flor de la primavera.
Y en un colmado de oro,
¡serás el rey de las eras!
¡Ea!
Mi niño, ¡ea!
En su cunita de escarcha
el cuerpecito le tiembla.
¡No temas, mi niño hermoso,
la muerte que trae la niebla!,
que de tus canas de plata
hará el otoño que vuelvas.
¡Ea!
Mi niño, ¡ea!
Entre cenizas del tiempo,
¡renace un niño que sueña!
(Samuel Rodríguez Carrero)