domingo, 12 de mayo de 2024
Termas romanas de Extremadura, en la 43ª Feria del Libro de Badajoz
sábado, 11 de mayo de 2024
Colaboraciones de Extremadura, caminos de cultura: Elogios de las termas, de El lince con botas 3.0, ya en la web de Canal Extremadura
https://www.canalextremadura.es/a-la-carta/el-lince-30/videos/el-lince-30-100524
miércoles, 8 de mayo de 2024
Colaboraciones de Extremadura, caminos de cultura: Elogio de las termas, en El lince con botas 3.0
martes, 23 de abril de 2024
Colaboraciones de Extremadura, caminos de cultura: Versos de la noche extremeña, en Extremadura, noches mágicas
YA TE VAS
(ATARDECER PACENSE)
Ya te vas, niño,
ya te vas.
Por una senda de cirros
allende la Portugal.
Hacia la mar de los lusos,
donde, en llamas, arderán
aquellas olas que nazcan
de tu tórrido copular.
Ya te vas, niño,
ya te vas.
A la luna vas cediendo
el trono de la ciudad.
Mientras embeben tus dedos
de este río, que se va
en pos de tu luenga sombra
por lechos de plata con sal.
NANA DE LAS MIESES
Surcando mares de mieses,
el sol no quiere marchar.
Correteando entre espigas
piensa la noche cruzar.
¡Allende el océano, niño,
de menos te van a echar!
Sobre lomas de colinas,
la luna va a florecer.
La vida guarda silencio
mirando su blanca tez.
¡Allende el oriente, niña,
esperan volverte a ver!
Al sol la luna confirma
su momento de partir.
La estrella se rinde al tedio
dejando rayos tras sí.
Allende el prado, de oro
el grano torna a lucir.
-Madre: deseo del oro
de los campos su candor.
Y la madre a su niño
entre sus brazos meció.
Allende cerradas puertas,
sueñan los hombres con Dios.
LUNA
¡Mirad la luna! Ahí está
sonriendo en su postigo.
Aparece un día más
para traernos abrigo.
Se ha quedado sin cordel.
¡Lanzadle de seda un hilo!
Con el que pueda coser
un tul astral contra el frío.
YA VIENE LA LUNA A VERTE
(ANTE LA TORRE JEREZANA
DE SAN BARTOLOMÉ,
BAJO LA LUNA)
Ya viene la luna a verte
sobre tu loma encalada,
para hablar, entre tus caras,
con los soles de tu piel.
Y subirse a tu espadaña,
entre escaños de campana,
para cantarle una nana
a las niñas de Jerez.
Para enviar un suspiro
entre adarves del castillo,
que pinte con albo nácar
las almenas, donde ve
su sombra bajo los astros
el arcángel de dorado,
que timbra la flor calada
del faro de San Miguel.
NANA DE LA LUNA EN EL EMBALSE
En las aguas del embalse
la luna quiere nadar.
¡Dejadle, nubes morunas,
que goce del manantial!
Desnuda sobre las aguas,
la luna empieza a flotar.
Entre encinas y juncales,
mil astros la alumbrarán
mientras versos le recita
aquella anfibia coral,
de ranas enamoradas
de su nacarina faz.
La luna, dentro del agua,
comienza a titiritar.
Un soplo de aire extraviado
hizo al agua refrescar.
¡Cubridla, nubes morunas,
a la reina nocturnal!
¡Arropadla tras su baño
con vuestro níveo sayal!
Vuelve la dama nocturna
a su trono de metal.
Entre tules de vapores
con aromas del jaral.
NOCHE DE AGOSTO
Noche de agosto.
Tan serena. Tan colmada
de aquellas ligeras notas
que tus hijos te regalan.
Con tu brisa redentora,
calmas candelas hurañas
que por el día claman suyos
estos lares de tez áurea.
Noche de agosto.
Por tu cumbre desnudada
nadan tibias las estrellas,
aguardando la llegada
de aquel banco de Perseidas,
que cada año engalana
con sus destellos tu manto
de azabache tu perlada.
Noche de agosto.
FAROLILLO CALLADO
Farolillo callado.
¡Ay, farolillo callado!,
que con luces entre sombras
pintas las ramas del árbol.
¿Qué habrán visto tus cristales,
deambulando bajo tu halo?
¿Las intrigas de un felino?
¿La ronda de un mirlo pardo?
Quizás vieras las pasiones
brotando entre enamorados.
Bajo la luna coqueta,
al amante solitario,
donándole a las estrellas
las perlas de un mudo llanto.
Farolillo callado.
¡Ay, farolillo callado!,
que con luces entre sombras
pintas las ramas del árbol.
AZUAGA
Sobre los blancos delantales
de las madres que te tejen,
una dama de ocre mece
tu sureño algodonal.
Junto a sus pétreos jarales,
los diablejos cotillean
para ver quién menudea
bajo la luz nocturnal.
Una estrella se ha escapado
para encender los faroles,
que iluminen a aquel hombre
en la cruz, sobre la cal.
El silencio, callejeando,
escucha cercana un agua.
¡Qué serenata la que canta
la fuente del arrabal!
miércoles, 28 de febrero de 2024
Imagen del mes: representaciones figurativas andalusíes de Extremadura
Considerado tradicionalmente el arte musulmán como de carácter anicónico, careciendo de figuras humanas o zoomorfas entre sus representaciones, pueden encontrarse, sin embargo, intercalados en sus ornamentaciones de índole mayoritariamente vegetal, geométrico y caligráfico dispuestas a lo largo de los siglos y a través de los enclaves que en alguna ocasión formaron parte del mundo islámico, diversos ejemplos creativos figurativos que vienen a desbaratar tal teoría, muchos de ellos procedentes de un arte andalusí que dejaría en tierras hoy extremeñas algunas de tales excepciones, con ejemplos cerámicos, metálicos y pétreos preservados entre sendos museos arqueológicos provinciales, observándose entre sus salas la cabeza de un ave pintada sobre un fragmento cerámico procedente de Medellín, dos cuadrúpedos usados como juguetes descubiertos entre los vestigios del que fuese el Badajoz musulmán, el soporte de un brasero con cabeza y pie de león hallado en Higuera de la Serena, destacando por su antigüedad un aplique de plata con cabeza de cérvido fechado en época emiral desenterrado en el yacimiento gordeño de Cañada de los Judíos, así como por su posible vinculación con la dinastía aftasí, los dos pies de banco con ornamentación leonina que mil años atrás pudieran haber servido como base del trono de los reyes islámico-pacenses.
Badajoz, Medellín, Higuera de la Serena y yacimiento de Cañada de los Judíos (El Gordo, Cáceres). Siglos VIII al XI; arte islámico.
Arriba y abajo: aunque el Corán no prohíbe las representaciones artísticas figurativas, el intento por evitar la idolatría encauzado a través de varios hadices o códigos donde se recogía la tradición oral originaria del Islam, conduciría hacia un abandono de las creaciones antropomorfas y zoomorfas en pro de la ornamentación vegetal, geométrica y caligráfica, si bien las producciones figurativas de aquellos seres a los que se consideraba portadores de alma, alejadas completamente de los contextos religiosos donde el culto y la veneración debe dirigirse tan sólo a Dios, tendría cabida en los ambientes domésticos y cortesanos, colándose a través de la cerámica, los juguetes, los ajuares hogareños, los muebles, la azulejería, las pilas, las yeserías o los capiteles, destacando aquéllas emanadas de un arte andalusí que en la Península Ibérica medieval bebiese tanto de las creaciones clásicas, en muchas ocasiones coleccionadas, como de un cristianismo con el que estableciese contacto y transmisión artística, surgiendo así piezas figurativas extraordinarias destinadas tanto a embellecer jardines y salas palaciegas como a servir a los hogares más humildes, sin que faltasen éstas entre las ciudades y poblaciones esparcidas en lo que hoy es territorio extremeño, destacando por su antigüedad la cabeza de un cérvido en plata datada en época emiral que fuera hallada en el yacimiento denominado Cañada de los Judíos -arriba-, sito en el término municipal de El Gordo, compartiendo naturaleza metálica con la pata de un brasero, en este caso de bronce, rescatada de la finca llamada El Santísimo ubicada en tierras de Higuera de la Serena, cuya decoración felina, con un pie de león rematando inferiormente el soporte y la cabeza de tal animal en el punto de unión de la pieza al desaparecido resto del mueble -arriba- recuerda el arte fatimí del siglo XI, barajándose la posibilidad de provenir este elemento del Egipto gobernado bajo tal dinastía en los albores del segundo milenio de nuestra Era.
sábado, 13 de enero de 2024
Imagen del mes: estatua orante del obispo Ponce de León, en la catedral de Plasencia
Acogida por una gran hornacina a modo de capilla funeraria elaborada por Mateo Sánchez de Villaviciosa, junto al altar mayor de la catedral Nueva de Plasencia y en el presbiterio de la misma por su lado del evangelio, la estatua orante del obispo Pedro Ponce de León, labrada en piedra por el artista castellano Francisco Giralte, no sólo cubre la tumba de uno de los más reseñables dirigentes de la diócesis placentina, sino que se ofrece a la par como una de las más excelsas obras escultóricas del Renacimiento extremeño, así como, posiblemente, la mejor estatua de índole funerario con que cuenta nuestra región.
Plasencia (Cáceres). Siglo XVI (ejecutada entre 1.573, tras el fallecimiento del obispo, y 1.576, año de defunción del artista); arte renacentista.
Arriba: nacido en Córdoba en 1.510, y fallecido en la localidad cacereña de Jaraicejo el 17 de enero de 1.573 -tal y como reza en el epitafio extendido a través del friso que, bajo frontón semicircular y figura del Creador, corona la capilla funeraria episcopal elaborada por el artista granadino Mateo Sánchez de Villaviciosa a petición de los testamentarios de D. Pedro Ponce donde, bajo arco casetonado de medio punto enmarcado por dos pilastras corintias, se cobija la estatua y tumba del que fuera obispo placentino: "Aquí yace el ilustrísimo Señor Don Pero Ponce de León, obispo que fue de esta Santa Iglesia e Inquisidor General; falleció en la villa de Jaraicejo, a XVII días de enero de 1.573 años"-, D. Pedro Ponce de León tomaría posesión de la diócesis placentina el 26 de enero de 1.560, tras el fallecimiento un año antes de su predecesor en el cargo, D. Gutierre de Vargas Carvajal, personaje al que no sólo relevaría como sumo dirigente del obispado de Plasencia, sino también como gran mecenas renacentista de la diócesis, terminando muchas de las obras arquitectónicas y artísticas iniciadas durante el mandato de Vargas Carvajal y encargando o dejando dinero para otras que vinieran a enriquecer el obispado, así su propio mausoleo donde, siguiendo nuevamente la estela de D. Gutierre, se depositara en manos del afamado artista palentino Francisco Giralte la labra de la estatua orante que viniera a cubrir su féretro, pudiendo así Extremadura contar con una obra mortuoria del insigne escultor renacentista discípulo de Berruguete que ya elaborase los cenotafios tanto del obispo previo como de los padres de éste, ubicados éstos sin embargo en el panteón familiar con que los Vargas contasen en pleno corazón de la villa de Madrid, en lo que hoy se conoce como Capilla del Obispo, formalmente capilla de Nuestra Señora y San Juan de Letrán, adosada a la madrileña iglesia de San Andrés.
Arriba y abajo: planteada como imagen de bulto redondo y elaborada en mármol blanco de origen italiano -según el erudito Vicente Paredes; en alabastro del país según la historiadora Rocío García Rodríguez-, la estatua orante que viniese a cubrir el sepulcro del obispo placentino D. Pedro Ponce de León seguiría el planteamiento ya observado en otras esculturas funerarias renacentistas, donde el personaje retratado, lejos de figurar yacente y sin vida, se presenta vivo, orando, con las manos juntas y de rodillas, dirigiendo su mirada hacia el altar en una demostración tanto de su fe en la religión católica como de su humillación ante su doctrina, sin que por ello se prescinda, sin embargo, de la representación de los más ostentosos elementos materiales con que el personaje contase en vida, quedando así inmortalizada a su vez la categoría social y económica que el mismo llegase a alcanzar durante su estancia en este mundo, pudiéndose de esta manera apreciar entre las trazas escultóricas de la presente obra mortuoria la riqueza de las vestiduras del obispo (arriba) -aflorando los bordados de la casulla entre los fabulosos pliegues logrados sobre la piedra por el artista-, la valía de los anillos que pueblan los dedos del clérigo, o la suntuosidad del reclinatorio que antecede a la figura (abajo), dotado de bajorrelieves por sus respectivas caras donde varios personajes angelicales portan diversos emblemas relacionados con el difunto o la muerte de éste -así una mitra, un incensario o una calavera-, cubierto a la par de un rico encaje sobre el que se deposita, sobre almohada, un libro litúrgico abierto por el Salmo 88 -observado por Rocío García Rodríguez y centrado en la oración y solicitud de la misericordia divina ante el sepulcro-, asomando tras el mencionado mueble tanto el báculo episcopal como la mitra del obispo, sostenida ésta sobre un pequeño pilar que viene a cerrar la composición y simbología del conjunto escultórico por su esquina trasera derecha.
Abajo: arrodillada la figura del obispo sobre un cojín, sostenida a su vez sobre un estrado de dos gradas que, simulando el suelo o tarima que acoge al personaje, sirve en realidad como cierre superior del sepulcro episcopal, aparece el frontal de tal pavimento decorado con casetones rectangulares y ovales a los que antecede, sostenido por dos figuras juveniles andróginas, semirrecostadas y ataviadas con túnicas, el blasón del obispo, coronado por el capelo episcopal y centrado por las armas del mismo, dividido en cuatro cuarteles donde, en los lugares primero y cuarto, se observa el emblema de los Córdoba, apellido paterno donde tres franjas de gules o rojo cruzan un campo de oro, protagonizando las divisiones segunda y tercera el escudo de los Ponce de León, con un león rampante junto a las cuatro franjas verticales del apellido Aragón, quedando así atestiguada a perpetuidad la identidad del personaje aquí depositado, igualmente reflejada mediante similar escudo sobre el arco que centra la capilla funeraria, o en el epitafio que la corona, siendo un epígrafe en latín el que, por su parte -protegido por rejería y recogido por el insigne José Ramón Mélida-, vendría a firmar la cara exterior del zócalo o propio sepulcro en sí, hablándonos nuevamente de la personalidad allí custodiada y la obra legada por ésta: DOMINUN PETRUM PONTIUM A LEONE SANCTAE HUIUS PLACENTINAE PRAESULEM PIENTISSIMUM ET MERITISSIMUM OMNI VIRTUTE ET NOBILITATE GENERIS PRAECLARUM INQUISITOREM GENERALEM SANCTA FUNCTUM VITA POST INSTITUTA SIBI ANIVERSARIA ET CAPELLANIA ET EPICOPATUS PAUPERES TESTAMENTO HAEREDES RELICTOS ET VIRGINES ORPHANAS IN PERPETUM HONESTISIMA DOTE IUVATAS HAEC BREVIS CAPIT URNA VIXIT ANNOS 63 OBIT D.I IANVARII M.D.LXXIII.