sábado, 10 de mayo de 2014

Colaboraciones de Extremadura, caminos de cultura: Castillo del Cachorro, en Torreorgaz, en la Lista Roja del Patrimonio


Son muchos los castillos, fortalezas, torres, casas-fuertes y palacios que, al Sur de Cáceres, se erigieron salpicando los contornos de la otrora villa para, no sólo acoger en ellos a las familias nobles que se repartían la mayoría de dehesas, cotos y fincas en que se dividieron estos territorios una vez reconquistada la zona, sino fundamentalmente como punto de vigilancia y defensa de las explotaciones agropecuarias que allí se llevaban a cabo, conocida la guerra silenciosa que entre estos diversos linajes tenía lugar y que, una vez Isabel I, más conocida como la Católica, en el poder y gobierno del reino, llegó a su fin. Hoy en día muchos de estos bienes han mantenido su posición como lugar desde el cual dirigir las haciendas donde se enclavan. Otros, sin embargo, se mantienen en completa ruina. Un caso particular es el del Castillo del Cachorro, al poseer una torre que, según la tradición oral, pudiera ser de origen musulman y destinada primitivamente como atalaya militar en plena época de Reconquista. Siendo así, o bien edificándose la misma más tardíamente, por la familia que dio nombre al castillo o antes de que éstos adquiriesen la dehesa, lo que sí se conoce es la ruina de esta pequeña fortaleza, acondicinada sin embargo en la actualidad para acoger al ganado que pasta por las posesiones circundantes. Este edificio, debido a su precario estado de conservación y conociéndose la posibilidad de deterioro del mismo, ha sido recientemente incluido en la Lista Roja del Patrimonio, elaborada por la asociación Hispania Nostra, para lo cual este blog ha tenido, una vez más, el honor de colaborar.

Seguidamente, os dejo con el enlace a la ficha que sobre el Castillo del Cachorro podéis encontrar en la Lista Roja del Patrimonio, tras el cual he querido incluir la historia y descripción del bien, así como los datos para poder llegar en persona al mismo.



 
- Historia/descripción del bien:

Cuenta la tradición oral que existían en época de la Reconquista tres torres o atalayas ubicadas al sur de la plaza fuerte de Cáceres, levantadas todas por los musulmanes para la defensa de la que para ellos era Al-Kazris, así como del camino que llevaba a Montánchez y de los contornos de ambas fortalezas. Una vez caída la ciudad en manos de las tropas del rey leonés Alfonso IX, estos edificios defensivos, si bien pudieron haberse erigido entonces por los nuevos dueños de estas tierras, mantuvieron momentáneamente su labor original, más en defensa del ganado que de la misma población en sí, mientras veían cómo se formaban en sus cercanías diversos sexmos y aldeas pertenecientes al municipio cacereño. Repartidas las tierras entre las huestes conquistadores, y acogiendo los núcleos de población a labradores y jornaleros, se antepuso al nombre de las tres aldeas que en esta zona se ubicaron la palabra Torre, en referencia al inmueble del que supuestamente surgieron. Sería la más cercana a Cáceres la aldea de Torre de Aolgaz, o Torre de Argaz, más tarde conocida como Torreorgaz, en cuyo flanco suroccidental se encuentra, sobre una suave colina y sencillos berruecos, una torre construida con sillares graníticos regulares, reutilizada por la familia de los Ulloa o mandada construir directamente por éstos, tras haber adquirido este linaje, de gran peso en la vida y política de la otrora villa cacereña en los últimos siglos del medievo, la aldea en sí, formando D. Diego García de Ulloa el Señorío de Torreorgaz a finales del siglo XV. Junto a la torre, de tres plantas más terraza, se edificaron una serie de dependencias a base de mampostería con sillares en esquinas y portadas, cuyos muros destacan al confrontarse frente al limpio sillar de la atalaya, lo cual permite pensar a la mayoría de los estudiosos que si bien la torre no es musulmana, pudo erigirse en el siglo XIII siendo adquirida después por los Ulloa en el XV, dando lugar al castillo que hoy conocemos tras la unión de torre y casa fuerte adyacente. Esta pequeña fortaleza formaría parte del grupo de fortificaciones y palacios amurallados erigidos al sur de Cáceres, dominando las fincas, dehesas y cotos en que se dividieron estos terrenos meridionales, repartidos entre la nobleza local, destacando ésta, con la de Zamarrillas o la Torrecilla de Lagartera, entre aquéllas levantadas junto a la vega del río Salor. Años más tarde, y en honor a Don Gonzalo de Ulloa y Carvajal, IV Señor de Torreorgaz, más conocido como el Cachorro, se nombraría con tal apodo tanto al castillo como a la dehesa sobre la que se asienta el mismo, tal y como se sigue denominando hoy en día. Depositado el Señorío por vínculo matrimonial en la familia de los Aponte a finales del siglo XVII, nacerá en 1.699 el Marquesado de Torreorgaz, otorgado a D. Diego Antonio Aponte y Aldana. Vivirá éste durante algunas temporadas en la villa torreorgaceña, desligándose poco a poco los descendientes del mismo de la vida del pueblo, quedando el castillo y la dehesa en arriendo a finales del siglo XVIII, hasta caer finalmente el inmueble en ruina, utilizado hoy en día como cuadra y lugar de refugio de ganadería. El escudo de los Ulloa, ajedrezado, sigue luciéndose sobre el dintel de acceso a la casa-fuerte, mientras que otro blasón desfigurado, que pudo hacer referencia a un distinto apellido emparentado con los Ulloa, se atisba en el flanco norte de la torre, bajo los canecillos que sustentan los vestigios de un antiguo almenado voladizo, sólo roto, en el flanco occidental, por tres ménsulas que sostendrían un matacán antiguo. El acceso al torreón, hoy tapiado, quedaría así mismo en el flanco occidental de la torre, elevado a cierta distancia del suelo. El resto de dependencias de la casa fuerte conformarían una unidad cuadrangular rondando un patio central, manteniéndose la torre en la esquina suroriental del castillo, destacando entre las paredes de mampostería del resto de dependencias las ménsulas corridas que sobreviven en la zona noroccidental, como parte de un antiguo balcón que contrastaría con los escasos vanos y aspilleras del recinto.



- Cómo llegar:

La villa de Torreorgaz, independizada de Cáceres una vez adquirida la misma y convertida en Señorío por el linaje de los Ulloa, a comienzos de la Edad Moderna, mantiene dieciséis kilómetros de distancia con la capital provincial, unida a ésta a través de la carretera autonómica EX-206, que parte de la ciudad hacia Villanueva de la Serena, atravesando las localidades conocidas como "las tres torres", siendo Torreorgaz la primera de ellas en salir a nuestro encuentro. 


Arriba y abajo: los conocidos como Pozo del Marqués y Fuente Nueva (arriba y abajo respectivamente) se presentan no sólo como dos estupendos monumentos públicos con que contar Torreorgaz, bienes inmuebles erigidos bajo las directrices del más tradicional estilo arquitectónico rural, sino además como dos estupendos puntos con los que poder orientarse para alcanzar el Castillo del Cachorro, al que llegar tras abandonar el municipio caminando junto a ambos surtidores de agua.


En la zona meridional del pueblo se levanta el Pabellón Municipal de Torreorgaz, edificado junto a la antigua Fuente o Pozo del Marqués, ejemplo de uno de los antiguos bienes de utilidad pública y raíz etnográfica con que cuenta el municipio. Orientándonos hacia el suroeste, continuaremos nuestro camino mientras pasamos por el lateral occidental del pabellón deportivo, alcanzando una nueva fuente, esta vez la denominada Fuente Nueva, junto a la cual se ha abierto un pequeño parque infantil y de donde parte el sendero que conduce al Embalde de Valdesalor. Siguiendo el mismo, un ramal que nace de él y que se orienta hacia el suroeste, nos llevará hasta el Castillo del Cachorro, que adivinaremos poco a poco frente a nosotros, elevándose su torre sobre nuestro horizonte, según nos acercamos al mismo. Una única verja nos encontraremos en nuestro camino, justamente en las proximidades del castillo y como cierre de la finca donde se ubica, pero debido a la servidumbre que pesa sobre el sendero, que bordea la dehesa del Cachorro, la misma puede ser abierta pudiendo continuar hacia nuestro destino.



El Castillo del Cachorro, de titularidad particular, se ubica en el interior de una propiedad privada. En caso de desear visitar el monumento, lanzamos desde este blog una serie de recomendaciones a tener en todo momento en cuenta:

1) Respetar en todo momento las propiedades de la finca, como vallados o cercas, intentando no salirse de los caminos marcados.
2) Respetar la vegetación y cultivos de la misma, sin realizar ningún tipo de fuego ni arrojar basura alguna.
3) Respetar al ganado que habitualmente hay pastando en la zona, y en caso de encontrarse con animales que lo protejan, no enfrentarse a los mismos.
4) Si observamos que se están practicando actividades cinegéticas (caza), abstenernos de entrar.
5) Si nos cruzamos con personal de la finca o nos encontramos con los propietarios de la misma, saludarles atentamente e indicarles nuestra intención de visitar el monumento, pidiendo permiso para ello. En caso de que no nos lo concediesen, aceptar la negativa y regresar.

1 comentario:

  1. Hola Samuel.

    Hace tiempo que tengo previsto visitar este castillo, pero por diversas razones lo hemos ido dejando. Si el tiempo nos da una tregua intentaremos hacerlo algún fin de semana de estos. Ahora, con tus explicaciones e indicaciones nos será más fácil llegar a él.

    Saludos y hasta pronto!!!

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