Arriba: exquisitos relieves platerescos donde se conjugan la Natividad, la adoración de los pastores y la Epifanía ante los Reyes Magos en la Portada de Poniente de la Catedral de Santa María de la Asunción, en Coria.
"José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y de la familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Estando allí se cumplieron los días de su parto, y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, por no haber sitio para ellos en el mesón." (Evangelio según San Lucas: Capítulo 2, Versículos 4-7)
Sería San Lucas quien, con estas palabras, describiese el nacimiento de Jesús, acontecimiento del que el resto de evangelios canónicos no nos habla, aunque sí San Mateo menciona el mismo cuando se pronuncia sobre la adoración de los Magos de Oriente. Al igual que del resto de la vida privada de Jesús e infancia del que más tarde sería considerado Mesías, pocos o escasos datos se conservan del mismo, muchas veces ampliados a través de leyendas de dudoso origen y tradiciones orales que no conservan base histórica o documental alguna.
Menciona San Lucas a continuación cómo unos pastores que dormían al aire libre cuidando de sus rebaños reciben la presencia de un ángel del Señor. Este dato llevó a muchos a considerar la fecha de tal acontecimiento como un día de primavera, o bien de septiembre, épocas propias para dormir en la región al raso. Sin embargo y ante la falta de acuerdo, se optó por fijar el día del nacimiento de Jesús siguiendo criterios diferentes y en base a motivos bien distintos. Así, no fue hasta el año 354 cuando el papa Liberio decreta finalmente que el nacimiento de Jesús tuvo lugar el día 25 de diciembre, tras ser propuesta esta fecha por su predecesor Julio I, deseando así convertir en cristiana una celebración pagana con gran arraigo entre los romanos y con la que honraban al dios Saturno durante el solsticio de invierno, siendo su día álgido el 25 de diciembre: las Saturnalia o Saturnales.
Desde entonces, cada 25 de diciembre el mundo occidental celebra el nacimiento de Jesús o Natividad de Cristo, más popularmente llamada Navidad. Una festividad que ha ido recogiendo elementos de otras culturas que ya celebraban el solsticio de invierno antes de su cristianización, especialmente los derivados de la escandinava Fiesta de Yule o de la celebración germana del nacimiento del dios Frey, para la cual se decoraban árboles perennes. No pararon sin embargo las controversias sobre esta fecha hasta que, como ocurrió en Estados Unidos de América donde se determinó su celebración oficial a finales del siglo XIX, comenzaron a reivindicarse más que los motivos religiosos, la celebración familiar y la época de la sinceridad y las buenas voluntades. Es así como llega a nuestros días: una celebración de un tiempo de concordia y hermandad donde tienen cabida todas las manifestaciones religiosas y paganas que han nacido alrededor del solsticio de invierno.
Desde Extremadura: caminos de cultura, os deseo a todos los lectores, seguidores, colegas y demás visitantes, creyentes cristianos o no, una sincera feliz Navidad, y unas muy felices fiestas.
Feliz Navidad a ti también!!!!! Muy entrañable tu felicitación :)
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, Macarpiz! Feliz Navidad y felices fiestas! Y feliz 2012!
ResponderEliminarBonita manera de felicitar las fiestas, Samuel.
ResponderEliminarTe deseo lo mejor para ti y los tuyos!!!
Hola Jesús! Recíprocos deseos desde aquí. Feliz Navidad, felices fiestas y próspero 2012! Un saludo y hasta pronto!
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